En 1914, un grupo de indígenas canadienses tropezó con el cadáver en descomposición de un animal no identificado. Un animal que criptozoólogos muchos creen que puede haber sido un menor Ogopogo.
En 1914, un grupo de indígenas canadienses tropezó con el cadáver en descomposición de un animal no identificado cerca de Nicolás Valle, a orillas de la serpiente de cascabel de la Isla en el lago Okanagan, la supuesta casa del legendario monstruo de lago conocido como Ogopogo.
El canal se estima entre 5 y 6 pies de largo, y parece que pesan en el orden de 400 libras. la epidermis de la criatura fue descrita como de color gris azulado en el color y llevaba una cola y cuatro aletas distintos. No había señales de una cabeza. Los nativos trajo el cadáver a la atención de un naturalista sin nombre que vivía cerca. El científico aficionado no perdió el tiempo para investigar el hallazgo.
El naturalista, que sólo su ingenio y un cadáver gravemente deteriorado en la que basar su hipótesis, llegó a la conclusión de que el cadáver era el de un manatí pícaro. Ni los americanos nativos que descubrieron el cadáver, ni el naturalista a tiempo parcial, podría explicar cómo el animal podría haber venido a vivir - y mucho menos morir - en las costas de Okanagan.
En los años que han transcurrido desde el incidente, una pequeña (aunque creciente) contingente de investigadores cryptozoological han entretenido a la idea de que el cadáver que fue descubierto en el Valle de Nicolás puede ser otro que el de un menor Ogopogo.
Sea o no el científico autodidacta que examinó el cadáver aún cree que preservar la parte del hueso o las muestras de tejidos es una consulta que se pierde en los registros históricos de la zona.
Tan recientemente como 2008, elNational Post y Canada.com informó de que un documental de Canal Historia de la tripulación encontró un espécimen biológico desconocido en las profundidades del lago Okanagan.Bill Steciuk, quien ayudó a organizar los lugares de filmación, tenía esto que decir acerca del descubrimiento:
"Fue todo un ovillo. Las características eran muy difíciles de ver. Se podía ver un poco la cabeza metida en una cola recta y sin aletas ... no lo podía reconocer. Tampoco pudo nadie. Tal vez una nueva especie ha sido encontrado ... Es un gran misterio. No tenemos idea de lo que es. "
Arlene Gaal, quien ha escrito tres libros sobre Ogopogo, se muestra una fotografía del presunto monstruo bebé. Su opinión acerca de esta evidencia fue decididamente más escéptico:
"El Ogopogo es real, pero no sé lo que es esto ... yo tenía mis dudas en que la tripulación me presentó sus hallazgos.Se veía a mí como un bacalao maruca en descomposición. "
El espécimen fue enviado a la Universidad de Guelph en Ontario para las pruebas de ADN y, como Gaal había predicho, los resultados de las pruebas revelaron que el cadáver era en realidad la de un salmón severamente descompuestos.
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